Mis días comenzaban y terminaban siempre de la misma manera desde que mi madre Sandra, nos dejo para irse a estados unidos, vivía con mi papa Alberto y mi hermana Carol, los tres nos llevábamos bastante bien.
Yo era una adolecente como cualquier otra, tomaba, fumaba, bailaba, me la pasaba en fiestas los fines de semana, tenia novios, aun qué terminaba con ellos rápido ninguna de mis relaciones ha durado más de mes y medio, estudiaba y me iba bastante bien, las cosas me salían como las deseaba y todo estaba donde debía estar suponía yo…era un poco rara para ser sincera, mi vida se basaba en las personas que amaba y que quería que llegaran a ella, para amarlas del mismo modo en que ya amaba a las que encontraban en ella.
En ocasiones pensaba en mis fantasías y en otras ocasiones en las cosas que sabía o por lo menos era consciente de que eran más factibles (en ese entonces), como tener hijos, una familia estable, un hombre que me amara y me cuidara; Tenia un pequeño problema respecto a la religión, no era que no creyera que dios existía, el problema empezaba con ciertas dudas; creía en todo y mi tema favorito eran los vampiros, me encantaba la idea de pensar que en el mundo hubieran seres como ellos, lo único que quería era conocer a uno, no para que me cambiara, si no para saber de ellos, pensaba que eran magia al igual que nosotros los humanos, no concebía la idea de que en el mundo no hubieran hadas, vampiros, hombres lobo, duendes, sirenas y cosas por el estilo, mi ciudad natal es Colombia, Bogotá, el clima es espectacular, llovía a menudo y casi siempre hace frio; mis padres eran separados y no nos era tan difícil como la gente pensaba que era.
A causa de ser tan buenas en el colegio habíamos terminado muy rápido, Carol salió a los 15 y yo a los 16, apenas salimos nos metimos en la universidad Carol estaba estudiando medicina forense y yo pediatría nos iba bastante bien… a mis 15 aprendí a fumar, Ya nada era como antes, bueno respecto a la edad y a la época que estábamos pasando mi hermana y yo, mi papa nos acolitaba todo, obviamente a sabiendas de que estábamos entre los mejores estudiantes de la universidad.
Teníamos muchos amigos, pero éramos casi siempre los mismos, Vannesa Paula, Ximena, Carolina, Jessica, Andrea, Lucia, David, Mauricio, Luis, Sebastián, Sergio, Diego, Santiago y Carol. Ellos eran con los que más compartíamos. Vanne y yo éramos inseparables.
Todos los fines de semana nos íbamos a bailar y a tomar al mismo bar. David conocía al dueño por eso podíamos entrar sin problemas, mauro era mi novio, siempre anda pendiente de mí, lo quería mucho y él me adoraba…o eso creía yo, el bar al que nos íbamos de fiesta estaba en la zona rosa de la ciudad, era amplio, de dos pisos, tenia luces de todos los colores, cada media hora un guardia de seguridad se subía a la tarima con una lata de espuma y empezaba a tirarla sobre nosotros, el lugar era temático, siempre avisaban por masajes en el e-mail, de que sería el tema el fin de semana. La pasábamos bastante bien.
Mi papa trabaja, todos los días a excepción de los domingos razón por la cual la pasábamos los 3 o nos íbamos para donde mi otra hermana, ella era mayor y era hija de un matrimonio anterior de mi papa, pero eso no hacia diferencia entre nosotras. Ella ya tenia hijos y estaba casada, era feliz y eso hacía que mi papa no se atormentara con el hecho de ella fuera tan joven para ser mama, nunca dijo nada pero yo lo notaba cada vez que él se detenía a contemplar a sus nietos pasaban tantos sentimientos por sus rostro que era difícil saber cuando habían comenzado a encontrarse los sentimientos en su interior.
Era una vida que cualquier preadolescente hubiera deseado, teníamos tranquilidad, confianza, respeto y lo más importante amor, económicamente tampoco estábamos mal, teníamos lo necesario y no pedíamos mas.

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